De cuadno en cuando, cuando ya lo creia más que meurto, vuevle ese gusanito hijoputa que le encanta incordiarme. hoy le llamo percepcion negativa, porque segnu a lo que se dedique a cmoer, es que me da por mirarlo todo con pesimismo... bueno, todo no, hay cosas que como se me ocurra mirarlas con pesimismo, ya sabeis qeu va a pasarme y es que puedo llegar a joder la marrana.
Asi que uneo, hoy seguire negativa, ya mañana cuando me dedique a practicas, a estudiar y escribir, todo volvera a ser de color laura ^_^.
Friday, November 30, 2007
Tuesday, November 27, 2007
Título: Una pequeña lección de humildad.
Una chorradita qeu se me ha ocurrido esta mañana, que os dejo y aprovecho apra irme a estudiar un rato fisica, que no he hehco anda a causa de la migraña.
Quiera un día, ya fuera por casualidad o cosas del destino… que para mí, es casi lo mismo, que mis pesadillas y temores, sintiéndose abandonados, decidieron darme una lección. Les había olvidado, porque aunque seguía soñando como cuando era una niña, ya no eran capaces de causarme el mismo pavor que antaño.
Y era normal, si me hubieran dejado, les habría explicado en qué había cambiado, se lo habría hecho entender… pero ellas, a diferencia de mí, no habían madurado, así que buscaron entre ellas al que debería devolverme el miedo a los sueños. Y acertaron en la elección, ya lo creo que si.
Una noche, no hace mucho tiempo, volví a reencontrarme con aquel árbol muerto y gris, tan lleno de ramas que parecía que el cielo a su alrededor se había roto y agrietado. Oía a los buitres riéndose de mí y de lo que me esperaba, me intranquilicé, pero no tuve miedo. Entonces apareció él, aquel extraño muñeco de animación que había poblado mis más horribles pesadillas cuando era pequeña: el hombre enjuto, con sonrisa perversa y que era capaz de hacer que en su espalda, sus codos se golpearan. Cuando era una niña, ese ser pobló mis más aterradoras ensoñaciones… él y el pobre gusano de dentro del laberinto, que poca culpa tenía de que fuera una niña propensa a las pesadillas.
Pero esta vez, observé a aquel ser con expresión pétrea y crucé los brazos ante mí pecho. Ya no era una cría, no podía hacerme nada. Ese fue mi error, olvidar que él era el encargado de lo que debía venir, no lo que más miedo podía darme.
Sin darme tiempo, el me arrancó los ojos, los ató por el nervio óptico y los lanzó al árbol, donde se quedaron enganchados junto a otros miles de pares de globos. Me asusté momentáneamente, pero luego me calmé y decidí que lo mejor era buscarlos e ignorar la nada que me rodeaba, aunque de cuando en cuando pudiera ver a través de los ojos de los buitres observadores, no era un estado muy agradable. Con cuidado, golpee el tronco y las ramas, a esa orden muda, descendieron hasta que estuvieron a mí altura y me dejaron coger el primer par de ojos y me miré en el espejo que allí había, que había emergido del suelo para ayudarme. ¿Cómo reconocerlos de entre tantos que podían ser iguales? Fue fácil. El objeto en el que me reflejaba, iba enseñándome diferentes situaciones y las vi todas con cada par de ojo que había posibilidades de que fueran míos. Cuando comprobaba que así no era, los ataba por le nervio y los devolvía al árbol con cuidado.
Y mientras aquellas quimeras intentaban asustarme, yo estudié el mundo a través de mil puntos de vista diferentes, aprendiendo otras formas de ver la vida. Aquel sueño, fue una pequeña lección de humildad para mis pesadillas y una nueva perspectiva para mi mente.
Ellas aprendieron, que cuando una persona crece, sabe que el verdadero terror siempre reside en los sentimientos negativos y en las personas. Que cuando ves a alguien sufrir es cuando sientes el miedo y que no hace falta ser un loco con un hacha, para hacer verdadero daño a los demás.
Quiera un día, ya fuera por casualidad o cosas del destino… que para mí, es casi lo mismo, que mis pesadillas y temores, sintiéndose abandonados, decidieron darme una lección. Les había olvidado, porque aunque seguía soñando como cuando era una niña, ya no eran capaces de causarme el mismo pavor que antaño.
Y era normal, si me hubieran dejado, les habría explicado en qué había cambiado, se lo habría hecho entender… pero ellas, a diferencia de mí, no habían madurado, así que buscaron entre ellas al que debería devolverme el miedo a los sueños. Y acertaron en la elección, ya lo creo que si.
Una noche, no hace mucho tiempo, volví a reencontrarme con aquel árbol muerto y gris, tan lleno de ramas que parecía que el cielo a su alrededor se había roto y agrietado. Oía a los buitres riéndose de mí y de lo que me esperaba, me intranquilicé, pero no tuve miedo. Entonces apareció él, aquel extraño muñeco de animación que había poblado mis más horribles pesadillas cuando era pequeña: el hombre enjuto, con sonrisa perversa y que era capaz de hacer que en su espalda, sus codos se golpearan. Cuando era una niña, ese ser pobló mis más aterradoras ensoñaciones… él y el pobre gusano de dentro del laberinto, que poca culpa tenía de que fuera una niña propensa a las pesadillas.
Pero esta vez, observé a aquel ser con expresión pétrea y crucé los brazos ante mí pecho. Ya no era una cría, no podía hacerme nada. Ese fue mi error, olvidar que él era el encargado de lo que debía venir, no lo que más miedo podía darme.
Sin darme tiempo, el me arrancó los ojos, los ató por el nervio óptico y los lanzó al árbol, donde se quedaron enganchados junto a otros miles de pares de globos. Me asusté momentáneamente, pero luego me calmé y decidí que lo mejor era buscarlos e ignorar la nada que me rodeaba, aunque de cuando en cuando pudiera ver a través de los ojos de los buitres observadores, no era un estado muy agradable. Con cuidado, golpee el tronco y las ramas, a esa orden muda, descendieron hasta que estuvieron a mí altura y me dejaron coger el primer par de ojos y me miré en el espejo que allí había, que había emergido del suelo para ayudarme. ¿Cómo reconocerlos de entre tantos que podían ser iguales? Fue fácil. El objeto en el que me reflejaba, iba enseñándome diferentes situaciones y las vi todas con cada par de ojo que había posibilidades de que fueran míos. Cuando comprobaba que así no era, los ataba por le nervio y los devolvía al árbol con cuidado.
Y mientras aquellas quimeras intentaban asustarme, yo estudié el mundo a través de mil puntos de vista diferentes, aprendiendo otras formas de ver la vida. Aquel sueño, fue una pequeña lección de humildad para mis pesadillas y una nueva perspectiva para mi mente.
Ellas aprendieron, que cuando una persona crece, sabe que el verdadero terror siempre reside en los sentimientos negativos y en las personas. Que cuando ves a alguien sufrir es cuando sientes el miedo y que no hace falta ser un loco con un hacha, para hacer verdadero daño a los demás.
Thursday, November 22, 2007
Es como si...
De pronto, tuvieras las respuestas a las preguntas del universo.
Te hubieras reencontrado cno ese sabor de helado que te encanto nua vez y cuando quisiste vovler a probarlo, habian cerrado la tienda.
fuera navidad y te estuvieran dando los regalos... y de pronto, te encuentras con el regalo de tus sueños.
te reencuentras con tu peliche favorito.
Consigues que alguien juegeu cnotigo sin importarle que tengais edad.
Es como me siento, cada vez qeu tengo una idea... y cuando la idea esta tan desarrollada, multiplicadlo por 1000
Te hubieras reencontrado cno ese sabor de helado que te encanto nua vez y cuando quisiste vovler a probarlo, habian cerrado la tienda.
fuera navidad y te estuvieran dando los regalos... y de pronto, te encuentras con el regalo de tus sueños.
te reencuentras con tu peliche favorito.
Consigues que alguien juegeu cnotigo sin importarle que tengais edad.
Es como me siento, cada vez qeu tengo una idea... y cuando la idea esta tan desarrollada, multiplicadlo por 1000
Wednesday, November 21, 2007
No pillo
No es la primera vez que presupongo un comportamiento en unas personas y luego nasti de pasti. Pero hoy quiero hablar de los escritores... o mejor dicho, de los que dicen serlo.
El mundo es dificil, todos lo sabemos, pero si queremos conseguir algo, hay que jugar a las probabilidades (cuanto más hagas de algo, más probabilidades hay de que consigas otra cosa (probabilidad muy simplificada y sin paretos de por medio :P)). Pero eso es a lo qeu voy, pensemos en una persona que dice querer ser escritor, pero no se mueve para buscar editoriales (si tiene novelas), no busca concursos (para novelas y relatos, de genero...), no se interesa por salir en revistas o similares... es decir, que no se mueve pero afirma que qeuire publicar... ¿en que qeudamos? Es decir, los concursos y demás publicaciones vale, son accesorios, puede uno conseguir que le publiquen sin necesidad de ellos (es muy dificil). ¿Pero no moverse para nada? No se, si hay algo que se me ha enseñado en cualquier ambito,e s que rara vez alguien se va a mover por ti, porque cada cual mira lo suyo.
Que en definitiva, no lo entiendo.
El mundo es dificil, todos lo sabemos, pero si queremos conseguir algo, hay que jugar a las probabilidades (cuanto más hagas de algo, más probabilidades hay de que consigas otra cosa (probabilidad muy simplificada y sin paretos de por medio :P)). Pero eso es a lo qeu voy, pensemos en una persona que dice querer ser escritor, pero no se mueve para buscar editoriales (si tiene novelas), no busca concursos (para novelas y relatos, de genero...), no se interesa por salir en revistas o similares... es decir, que no se mueve pero afirma que qeuire publicar... ¿en que qeudamos? Es decir, los concursos y demás publicaciones vale, son accesorios, puede uno conseguir que le publiquen sin necesidad de ellos (es muy dificil). ¿Pero no moverse para nada? No se, si hay algo que se me ha enseñado en cualquier ambito,e s que rara vez alguien se va a mover por ti, porque cada cual mira lo suyo.
Que en definitiva, no lo entiendo.
Friday, November 16, 2007
Un epqueño agradecimiento ^_^
Por el dia de mi cumple, os mando este relatito ^_^, que os lo mereceis:
Y un día, sin saber porqué, me desperté en medio de una nube gris, rodeada de cientos de personas que dormitaban. Era mullida y cálida, pero la encontré triste, no me gustó mucho. Miré a los demás, sin saber muy bien que hacer, ¿sólo había esto para mí? Es cierto que era muy confortable, pero muy aburrido. Así que, sin estar muy segura de si hacia bien, me levanté, aunque debo reconocer que me tambaleé, porque nunca me había encontrado en aquella postura antes. Volví a mirar a los demás, pero nadie parecía importarle. Me caí y aunque el suelo me había parecido blando en un primer momento, a mi pobre culo en aquel momento le demostró que era duro, frío, doloroso y cruel… con lágrimas en los ojos me negué a volver a levantarme, no deseaba volver a sufrir aquel tormento de ahora. Cuando me aparté un poco la cortina de agua salada, vi como muchas personas empezaban a llamarme a gritos y con sus manos, a pedirme que me acercara a ellos. Miré la nube dubitativa, pero al final, insegura, me levanté y esperé unos instantes hasta que permanecí en aquella posición sin titubear.
Entonces me di cuenta, que de mis pies empezaban a nacer miles de colores, que tímidamente, se iban extendiendo por todo aquel lugar. Oí susurros apagados de canciones por descubrir y sin poderlo evitar, sonreí maravillada. Así que sin perder ni un momento, avancé un paso y entonces todo lo que conseguí con ponerme de pie, se volvió más vibrante y vivo, tanto que sin poderlo evitar, empecé a caminar entre la gente esquivándola, dando saltos incluso, bailando al ritmo que me imponían aquellos colores y música que reinaban ahora en mi vida.
Hubo gente que me miró con sorpresa y luego me ignoró, quienes intentaron hacerme caer y los que escondían sus pérfidas intenciones para conmigo tras una mascara sonriente que nada dejaba ver de su verdadero corazón. Y pronto me volví a caer y fue peor que la otra vez… y tuve miedo, no deseaba repetirlo, pero después de todo lo vivido, de las personas, los colores y la música, sabía que nunca podría quedarme tumbada dejando ver mi vida pasar. Así que por tercera vez, me incorporé y aunque seguí cayéndome, siempre hubo alguien que me animaba a continuar.
Me caeré una, veinticuatro y mil veces, pero siempre seguiré adelante, eso es lo que todos me habéis enseñado de mi, que con vosotros a mí lado seré capaz de conseguir lo imposible.
Y un día, sin saber porqué, me desperté en medio de una nube gris, rodeada de cientos de personas que dormitaban. Era mullida y cálida, pero la encontré triste, no me gustó mucho. Miré a los demás, sin saber muy bien que hacer, ¿sólo había esto para mí? Es cierto que era muy confortable, pero muy aburrido. Así que, sin estar muy segura de si hacia bien, me levanté, aunque debo reconocer que me tambaleé, porque nunca me había encontrado en aquella postura antes. Volví a mirar a los demás, pero nadie parecía importarle. Me caí y aunque el suelo me había parecido blando en un primer momento, a mi pobre culo en aquel momento le demostró que era duro, frío, doloroso y cruel… con lágrimas en los ojos me negué a volver a levantarme, no deseaba volver a sufrir aquel tormento de ahora. Cuando me aparté un poco la cortina de agua salada, vi como muchas personas empezaban a llamarme a gritos y con sus manos, a pedirme que me acercara a ellos. Miré la nube dubitativa, pero al final, insegura, me levanté y esperé unos instantes hasta que permanecí en aquella posición sin titubear.
Entonces me di cuenta, que de mis pies empezaban a nacer miles de colores, que tímidamente, se iban extendiendo por todo aquel lugar. Oí susurros apagados de canciones por descubrir y sin poderlo evitar, sonreí maravillada. Así que sin perder ni un momento, avancé un paso y entonces todo lo que conseguí con ponerme de pie, se volvió más vibrante y vivo, tanto que sin poderlo evitar, empecé a caminar entre la gente esquivándola, dando saltos incluso, bailando al ritmo que me imponían aquellos colores y música que reinaban ahora en mi vida.
Hubo gente que me miró con sorpresa y luego me ignoró, quienes intentaron hacerme caer y los que escondían sus pérfidas intenciones para conmigo tras una mascara sonriente que nada dejaba ver de su verdadero corazón. Y pronto me volví a caer y fue peor que la otra vez… y tuve miedo, no deseaba repetirlo, pero después de todo lo vivido, de las personas, los colores y la música, sabía que nunca podría quedarme tumbada dejando ver mi vida pasar. Así que por tercera vez, me incorporé y aunque seguí cayéndome, siempre hubo alguien que me animaba a continuar.
Me caeré una, veinticuatro y mil veces, pero siempre seguiré adelante, eso es lo que todos me habéis enseñado de mi, que con vosotros a mí lado seré capaz de conseguir lo imposible.
Saturday, November 10, 2007
Y robé los zapatos a Peter Pan
Hace ya muchos años, no recuerdo en que conversación ni porque surgió, una de mis amigas me dijo burlandose de mi, despectivamente, que me veia con 20 años aun viendo películas de disney y soñando con poder volar. Si, era la edad del pavo, aunque en su momento recuerdo que me dolio… por la misma edad del pavo.
Hace poco me compre unos zapatos que me encantaron, me daba a mi la sensación de que eran de pirata, pero una de mis hermanas me lo dijo asi de claro: soy demasiado mayor para los zapatos de Peter Pan. Y es que era cierto, eran más zapatos de Peter Pan, me daba incluso ahora la sensación de que si tenía muchos pensamientos alegres, podria salir volando por la ventana a vivr grandes aventuras.
Y me di cuenta de que en verdad, por mucho que en su momento me doliera, que aun sigo soñando con volar… con volar, con luchar contra temibles enemigos, conocer lugares maravillosos, probar sabores imposibles… en definitiva, sigo soñando. Y ese sera siempre mi “problema”, porque muchos vienen al mundo a ser medicos, otros astronautas… en mi caso, yo vengo a soñar y ¿por qué no? A hacer soñar a quien se me ponga por delante.
ASi que si me disculpais, me voy a poner mi nuevo uniforme de meter pan (de color morado, claro esta) y voy a salir al mundo a repartir pensamientos bonitos por el mundo. Esta noche no os olvideis de mirar debajo de la almohada, puede que os haya dejado alguno para vosotros/as ^_^
Hace poco me compre unos zapatos que me encantaron, me daba a mi la sensación de que eran de pirata, pero una de mis hermanas me lo dijo asi de claro: soy demasiado mayor para los zapatos de Peter Pan. Y es que era cierto, eran más zapatos de Peter Pan, me daba incluso ahora la sensación de que si tenía muchos pensamientos alegres, podria salir volando por la ventana a vivr grandes aventuras.
Y me di cuenta de que en verdad, por mucho que en su momento me doliera, que aun sigo soñando con volar… con volar, con luchar contra temibles enemigos, conocer lugares maravillosos, probar sabores imposibles… en definitiva, sigo soñando. Y ese sera siempre mi “problema”, porque muchos vienen al mundo a ser medicos, otros astronautas… en mi caso, yo vengo a soñar y ¿por qué no? A hacer soñar a quien se me ponga por delante.
ASi que si me disculpais, me voy a poner mi nuevo uniforme de meter pan (de color morado, claro esta) y voy a salir al mundo a repartir pensamientos bonitos por el mundo. Esta noche no os olvideis de mirar debajo de la almohada, puede que os haya dejado alguno para vosotros/as ^_^
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